El diseño de un producto ha sido interpretado históricamente como la actividad que ha
convertido una idea en un conjunto de especificaciones para la producción como
consecuencia de una demanda del mercado, si en tal concepción, no han sido consideradas
las fases posteriores (producción, distribución y ventas), ni tampoco aquellos factores
(estado de la tecnología, estética, ergonomía, seguridad, fiabilidad, etc.), que tengan una
influencia directa o indirecta con el producto a lo lardo de toda su ciclo de vida, aparecerán
problemas cuya raíz está en la misma concepción del producto, pero cuyo escenario
problema, puede ser la línea de montaje, el almacén o la distribución, traduciéndose esto en
un aumento global del impacto económico y medio ambiental del producto.
Además de la visión anterior, actualmente se plantea la necesidad de mejorar la
ecoeficiencia en el diseño de un producto, para ello, las industrias plantean un nuevo
enfoque global de sus productos o servicios basados en reducir la intensidad del uso de la
energía y de las materias primas, fomentar la reutilización y reciclabilidad de los materiales,
etc., y sobre todo, en reducir el impacto sobre la salud humana y el medio ambiente. Todos
estos nuevos planteamientos están estrechamente vinculados al diseño del producto y del
proceso que lo produce, por ello una herramienta para mejorar la ecoeficiencia es el
Ecodiseño.
El ecodiseño es la integración sistemática de consideraciones ambientales en el proceso de
diseño de los productos, su propósito principal es el desarrollo de los productos que
llevan a la sostenibilidad, reduciendo su carga ambiental a través de todo su ciclo de vida,considerando también otros requisitos convencionales de los productos y de los
clientes como la funcionabilidad, calidad, seguridad, coste, ergonomía y estética.
El diseño es una actividad puramente creativa, en ningún caso, se pueden determinar las
soluciones innovadoras propuestas a desarrollar, por ello, el desarrollo de una metodología
basada en la definición de las soluciones más factibles para la integración temprana de las
consideraciones ambientales en el proceso de desarrollo del producto, constituye una forma
eficaz de introducir los cambios que influyen positivamente en el diseño de un producto con
criterios medio ambientales.
Existen diferentes metodologías para la integración del ecodiseño en el diseño de
producto, están las basadas en la matriz de diseño que permite obtener una visión global
de las entradas y salidas de cada etapa en el ciclo de vida de un producto, las basadas en la
función de calidad (QFD) , las basadas en el análisis de valor y/o modo de fallo , etc.,
todas ellas utilizan diferentes herramientas (matrices, eco indicadores, software LCA, etc.)
para medir el impacto que provoca un producto en el medio ambiente, desde la extracción
de sus materias primas, hasta los procesos de fabricación, distribución, uso y fin de vida, es
decir, el análisis del ciclo de vida del producto.
Debe de considerarse, a la hora de utilizar una metodología, que existe un largo camino
entre la decisión de implantar el ecodiseño y la obtención de un producto ecodiseñado.
La metodología a seleccionar debe de estar basada en varias etapas, de forma general debe
de contemplar la selección del producto a rediseñar, el análisis del impacto ambiental de su
estado actual, la identificación y definición del potencial de mejoras asumible por parte del
producto objeto de rediseño y, finalmente, llevar a cabo las soluciones consideradas así
como la consiguiente evaluación final de los resultados obtenidos.
Bajo estas hipótesis, se ha seleccionado la metodología definida por IHOBE que explica
paso a paso, en 7 etapas , y de forma sencilla, la integración de criterios medio
ambientales en el diseño de un producto. Para el análisis del ciclo de vida del producto va a
ser utilizada la herramienta ECO-it, es un software de sencilla aplicación basado en el
método Eco-indicator´95 que proporciona valores orientativos, no absolutos.
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